domingo, 14 de noviembre de 2010

Hacer el amor mejora la salud


No sólo es bueno para los afectos. En lo físico, ayuda
a regular el estrés y previene enfermedades. Aunque
todavía no está completamente descifrada, la química
que se produce en el cuerpo antes, durante y luego
de una relación sexual aporta información sobre los
beneficios que tiene el sexo en la salud. Especialistas
consultados por Clarín coincidieron en los beneficios
físicos y psicológicos de una sexualidad plena.
Mejora la autoestima. Desde el aspecto
psicológico, una buena actividad sexual
eleva la autoestima, lo que permite estimular la
creatividad, promover el autoconocimiento y revitalizar
el ánimo. El bienestar anímico se produce “en la
medida de sentir que se puede dar y recibir
placer, que haya atracción mutua y se satisfagan las
expectativas sexuales”.
Afianza el amor en la pareja. La liberación
de oxitocina, conocida como la “hormona del
cariño”, producida como efecto de las caricias.
El cuerpo genera una química no sólo a partir de la
relación sexual, sino además a raíz de una situación
psicológica, como la de sentirse aceptado y querido.
Previene enfermedades. En plena intimidad, el
organismo entra en una “revolución química” que
fortalece el sistema inmunológico en la medida
que mejora la función de los linfocitos, células blancas
ligadas a las defensas contra las enfermedades.
Mejora la circulación. Favorece la
vasodilatación y la liberación de óxido nítrico a nivel
del endotelio: beneficia a las arterias.
Preserva la función orgánica de los genitales.
Una vida sexual activa oxigena y mantiene la
circulación y la estructura muscular del pene.
Ayuda a dormir mejor. “Un orgasmo
es relajante”. El cuerpo genera endorfinas, un
neurotransmisor con propiedades sedantes
y analgésicas. Y cuando pasó lo mejor, los
neurotransmisores decretan una especie de “toque
de queda”, lo que permite una función reguladora del
sueño, una especie de efecto somnífero.
Mantiene el deseo. El acto sexual permite
conservar en equilibrio los niveles de testosterona,
una hormona que predispone y motiva el deseo.
Regula el estrés. Disfrutar del sexo es señal de
que no hay altos niveles de ansiedad.
Ayuda a regular el ciclo menstrual. En la
universidad de Columbia, EE.UU., demostraron que
las mujeres que tienen sexo por lo menos una vez
por semana, poseen un ciclo menstrual más regular.
Aumenta la expectativa de vida. Mantener
sexo regularmente a lo largo de la vida contribuye
a vivir más, según un estudio de la Universidad de
California. Los expertos creen que la pérdida de
líbido es indicio de ciertas dolencias, mientras que el
deseo es signo de buena salud.

FUENTE : Edicion Impresa, pag 17-Noviembre 2010.

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