Seguros ganadores no existen...”

Carolina Álvarez Peñafiel

La estrecha ventaja que lleva la izquierdista Susana Villarán
en el recuento de votos de las elecciones para la alcaldía
de Lima, la plaza electoral más importante de Perú, y la
fragmentada votación en el resto del país, dejaron un mensaje
contundente a los ambiciosos que adelantaron hace meses la
carrera presidencial del próximo año: los seguros ganadores
no existen.
Con más del 68% escrutado, Villarán (de Fuerza Social)
llevaba una ventaja de apenas 1,6 puntos sobre Lourdes
Flores (del centroderechista Partido Popular Cristiano),
quien a mediados de agosto era considerada como la única
candidata con posibilidades de ganar. Ahora, los expertos
dicen que la tendencia que la da como perdedora es casi
irreversible. Los resultados definitivos se esperan para fines
de esta semana, tras la revisión de los votos impugnados,
cerca del 20% del total.
Para Flores, la derrota es doblemente difícil. Es que, si se
confirman las cifras, será la segunda vez consecutiva que
pierde por pocos puntos. La anterior fue en 2006, cuando
era casi seguro que pasaría al balotaje en la carrera por
la Presidencia que terminó ganando Alan García. El actual
Mandatario la superó por 2,4 puntos en primera vuelta. Ella
ha prometido no postular nunca más si pierde en Lima.
En el resto del país, los resultados aún no consolidados de los
comicios municipales y regionales del domingo muestran una
preferencia por líderes locales y una fragmentación política
en la que los grandes partidos nacionales han conseguido
escasas victorias: el centrista Acción Popular en Tacna y el
oficialismo del Apra (socialdemócrata) están peleando en
algunos municipios y en dos regiones. Fuerza 2011 de Keiko
Fujimori; Solidaridad Nacional, de Luis Castañeda, y Perú
Posible, de Alejandro Toledo -los principales presidenciables-,
tampoco lograron victorias. Y el Partido Nacionalista Peruano,
de Ollanta Humala, pudo lograr ganancias gracias a alianzas
con grupos locales, como en Cusco.
Así, los resultados también consolidaron el hastío de los
peruanos con su clase política y la tendencia creciente de
votar por personalidades más que por tendencias ideológicas
o partidos políticos.
El comentarista político Jaime de Althaus dijo a “El Mercurio”
que la gente está buscando caras nuevas. En ese sentido,
indicó, Flores carga con el “lastre de formar parte de la clase
política tradicional”. Por eso no se puede decir que el apoyo
a Villarán es equivalente al que podría tener una “izquierda
política moderada” (que ella representa), ni de la resurrección
de la izquierda en general. Se trata de un voto personal.
Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública,
de la Pontificia Universidad Católica de Perú, señaló a este
diario que hay varias “izquierdas” repartidas en grupos
extremadamente débiles.
Estos movimientos tienen pocas posibilidades de articular una
candidatura presidencial competitiva. Sin embargo, el éxito de
Villarán impulsará a su partido a entrar a la competencia por el
Palacio Pizarro. Y lo más probable es que el más perjudicado
sea Humala, quien hasta ahora era el único representante de
la izquierda con una votación considerable.