domingo, 3 de octubre de 2010

Descubrimiento de América



En el relato de la llegada de Colón a
las Indias y sus consecuencias, la historia
tradicional prioriza la visión eurocentrista.
En el caso particular del “Descubrimiento de
América” se suele tomar en cuenta la versión
de los pueblos conquistadores. Pero ésta
es una versión de la historia, entre tantas
posibles. De seguir este lineamiento, sería
bueno aclarar que se trata solamente de un
enfoque, dar los fundamentos y justificaciones
del mismo y enriquecerlo con otros posibles.
“Un continente tan complejo, y hasta ‘mágico’,
como el nuestro, indo-afro-ibérico, fue
tradicionalmente analizado con categorías
y conceptos clásicos afines a la realidad
europea y no a la nuestra (...) La historia de
América comenzaba, en lo esencial, con el
llamado ‘descubrimiento’. Existía, de hecho,
una suerte de pretensión hegemónica de la
historia occidental europea en la enseñanza
mundial (...) ...ya en el siglo XIX, Simón
Rodríguez decía que ‘en lugar de pensar en
persas o en egipcios, debemos pensar en
los indios... es más importante entender un
indio americano que a Ovidio’; y José Martí
recomendaba que la universalidad europea
debía dar paso a la ‘universalidad americana’
y que la historia de los incas debía ser materia
detallada de nuestra enseñanza, aunque no
se enseñase la historia de Grecia (...) Carlos
Fuentes ha afirmado que en el momento
de nuestra independencia, el continente
iberoamericano decidió que debía volver las
espaldas a nuestro pasado indígena, negro
y mestizo y, rápidamente, mirar a Europa
transformándonos en europeos (...) Lo central
es introducir una evaluación equilibrada de
la presencia de Europa en nuestra historia,
adaptar los aportes europeos a nuestra
compleja realidad histórica y aplicar, de
manera creativa, las contribuciones europeas
a la región, colocando en el centro de nuestra
historiografía los orígenes, el desarrollo y
los desafíos futuros de América Latina.”
(La enseñanza de Historia y Geografía en
el contexto del Mercosur - Conferencia;
Historia y Geografía: Una visión regional;
Heraldo Muñoz; Chile - Ministerio de Cultura
y Educación - 1999)
“Cualquier explicación sobre la expansión
mercantil, el surgimiento del capitalismo
y su apogeo, debe incluir la idea de la
explotación colonial y el aporte de América
Latina al enriquecimiento europeo. Cualquier
explicación sobre la historia latinoamericana,
inversamente, debe incluir la profunda
acción de las metrópolis en el moldeamiento
o deformación de la economía colonial.
Cualquier explicación sobre la sociedad
europea debe tener en cuenta lo que significó
la existencia de un amplio espacio para el
transplante demográfico y cultural -igualmente
en el siglo XVI como en el XIX-, así como el
carácter tributario de la sociedad periférica
respecto de la metropolitana. Cualquier
explicación sobre la sociedad latinoamericana
debe atender centralmente a ese traspaso
y a ese tributo. Cualquier explicación sobre
la cultura europea debe considerar no sólo
los formidables procesos de aculturación y
de formación de culturas mestizas sino
la retroalimentación, la contribución del
hecho americano en múltiples aspectos
de la visión del mundo de los europeos.
Inversamente, cualquier explicación sobre
la cultura latinoamericana debe atender a
los procesos de transmisión, recepción
y refracción cultural.” (Fuentes para la
Transformación Curricular - Ciencias
Sociales II - Luis Alberto Romero, Historia
- Ministerio de Cultura y Educación -
1997).
Día de la Raza:
Origen e institucionalización
Después de 72 días de navegación, el 12
de octubre de 1492 el marinero Rodrigo de
Triana divisó Tierra. Este acontecimiento
cambió la concepción que se tenía del
planeta y provocó algo que ni siquiera
Colón había imaginado: la unión de dos
mundos.
El encuentro permitió que América
recibiera un gran legado cultural, de
adelantos y de expresiones artísticas no
sólo occidentales sino también orientales,
y que Europa percibiera la riqueza cultural,
los avances, el ingenio y el arte del Nuevo
Mundo.
En el siglo XIX, al celebrarse el cuarto
centenario del descubrimiento, un real
decreto firmado en el monasterio de la
Rábida el 12 de octubre de 1892 (bajo
la regencia de doña María Cristina de
Habsburgo) expresaba el claro propósito
de instituir como fiesta nacional el
aniversario del día en que las carabelas
de Colón llegaron a las Indias. Pero el
establecimiento definitivo se daría más
tarde.
Durante la Primera Guerra Mundial
las relaciones hispano-argentinas no
estuvieron exentas de la conocida “política
de gestos” y agasajos mutuos. Dentro
de esta política puede ser considerada
la promulgación por parte del gobierno
argentino (a cargo del presidente Hipólito
Yrigoyen en su primera presidencia)
del decreto del 4 de octubre de 1917.
Este decreto instituyó el 12 de octubre
como “Día de la Raza” y declaró ese día
como “Fiesta Nacional”. Logró además
la adhesión de casi todas las naciones
americanas, incluyendo Estados Unidos.
El Día de la Raza fue instituido para unir
aquellos pueblos o países que tienen en
común la lengua, el origen o la religión.
Se puede considerar entonces esta fecha
como ocasión para detenerse a pensar y
ver que las naciones americanas deben
ser plurales en lo cultural, lo étnico y lo
racial.
En España, el rey Alfonso XIII estableció
esta fecha como “Fiesta de la Raza” y
“Fiesta Nacional” para todas las ciudades
españolas. Más tarde, un decreto de la
Presidencia del Gobierno de España del
9 de enero de 1958, decide:
“Dada la enorme trascendencia que el 12
de octubre significa para España y todos
los pueblos de América Hispana, el 12
de octubre será fiesta nacional, bajo el
nombre de ‘Día de la Hispanidad’.”

FUENTE : Edicion Impresa pag 5 - Octubre 2010.

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