sábado, 28 de agosto de 2010

Nacer en EE.UU. pero sin nacionalidad



Prominentes Legisladores Republicanos proponen una reforma para no dar la nacionalidad automática a hijos de extranjeros dependiendo de su estatus.
“No más bebés anclas”. “No más turismo maternal”. “No más nacionalidad estadounidense automática para los nacidos en EE.UU”. Son las últimas consignas que han salido al debate sobre la reforma migratoria.
Y han salido de la boca de prominentes congresistas republicanos, quienes piden revisar la Constitución para eliminar ese centenario privilegio a los hijos de los inmigrantes indocumentados.
Para que los inmigrantes sin documentos no se “beneficien” de la nacionalidad, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y el senador Lindsey Graham, entre otros, proponen revisar la enmienda 14 de la Constitución que otorga la ciudadanía a todo aquel nacido en territorio estadounidense.
Eso ha molestado obviamente a grupos de defensa de derechos de los inmigrantes, pero también a ciertos líderes republicanos y hasta a grupos de promoción de valores familiares, generalmente cercanos al partido de oposición, por la inferencia de que los extranjeros vienen a EE.UU. a “poner niños”, según las palabras que usó McConnell.
Herramienta de reconciliación
La queja de los reformistas es que al tener hijos estadounidenses, los inmigrantes indocumentados lograrían “burlar” el sistema y regularizar su situación en el país, aunque ese argumento no explicaría las varias familias que han sido separadas por la deportación de los padres.
“No estoy seguro de qué exactamente tenían en mente los proponentes de la enmienda (14), pero dudo que haya sido que alguien pudiera volar desde Brasil, tener un hijo (en EE.UU.) y regresar a casa con ese niño, y que ese niño sea para siempre ciudadano estadounidense”, dijo el senador republicano Jeff Sessions.
La enmienda 14 de la Constitución fue adoptada en 1868 tras la Guerra Civil para permitir que los negros se hicieran ciudadanos. Es parte de las llamadas “enmiendas de la reconstrucción” que buscaba acelerar la reconciliación nacional.
“Cuando esta enmienda se desarrolló como doctrina constitucional no teníamos el problema de la inmigración ilegal en nuestro país”, dijo a BBC Mundo, Adolfo Franco, asesor del Partido Republicano.
Franco aclara que, contrario a la impresión que puedan tener algunos, “no se trata de una ataque a la población hispana”, porque recuerda que la inmigración en EE.UU. proviene de todas partes del mundo y que su partido “está a favor de la inmigración legal”.
Pocos pero activos
Se estima que de los 12 millones de indocumentados, el 90% es de origen latinoamericano.
Según un informe presentado este martes por el Centro Hispánico Pew, organización no gubernamental que estudia el impacto de los latinos en EE.UU., el 8% de los 4,3 millones de nacimientos registrados en 2008 fueron de padres indocumentados.
De acuerdo con el estudio, los hispanos tienen mayores tasas de fertilidad que otras minorías, en parte porque son más jóvenes en promedio. Sobre todo los inmigrantes indocumentados.
El 37% de los indocumentados tienen hijos con la ciudadanía estadounidense, una proporción que permanece sin cambios desde 2003, de acuerdo al Centro Hispánico Pew.
El trabajo aclara que no toca el fondo de la polémica sobre el derecho a la nacionalidad, aunque cita una reciente encuesta de su afiliado Centro de Investigación Pew para la Gente, en el que el 56% de los consultados dijeron estar opuestos a modificar la enmienda 14.
Pero hay republicanos que no comparten la idea, incluyendo a dos de las consideradas “estrellas ascendentes” del partido.
Aunque hijos de inmigrantes legales, el aspirante a senador por Florida, Marco Rubio, de ascendencia cubana, y el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, de origen indio, han rechazado el planteamiento.
“Si tienes un sistema legal inmigratorio que funciona, estas otras cosas se solucionan solas”, dijo Rubio este martes en una presentación de campaña en Tampa, en la cual calificó de “distracción” la polémica sobre la enmienda 14.
En el caso de Jindal, su madre vino a EE.UU. ya con tres meses de embarazo y con visa de estudiante, algo que para quienes quieren modificar la Constitución, no le habría permitido al gobernador obtener la nacionalidad automáticamente.
Independientemente de que se concrete, la revisión de la enmienda 14 puede dañar las posibilidades electorales de algunos republicanos que compiten en zonas con gran presencia de votantes latinos, como es el caso de Rubio.
Estrategia electoral
La iniciativa surgió al calor de las próximas elecciones parlamentarias y regionales de noviembre, y algunos la ven como un intento por complacer al sector más conservador preocupado por la seguridad fronteriza y la inmigración ilegal.
“Yo creo que esto tiene que ver con la cuestión electoral. Pero va a ser muy difícil aprobarlo porque una reforma constitucional requiere supermayorías en el Congreso, la aprobación del presidente y la ratificación por tres cuartos de los estados”, afirmó Franco.
Dominar dos tercios del Congreso es un escenario que los republicanos no anticipan, ni siquiera en sus previsiones más optimistas.
Los parlamentarios están en sus vacaciones de agosto, pero en el ambiente quedó este tema que, independientemente de que se concrete o no, ilustra lo radicalizado que está el debate sobre inmigración.

AUTOR : Comite de Redaccion
FUENTE : Edicion Impresa pag 17 ; Agosto 2010.

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