Vamos a caminar...

Una nueva propuesta ciudadana

Si, tal vez nos digan o sigan diciendo que somos un pequeño grupo de soñadores, pero es bellísimo soñar con cosas tangibles, producto de un accionar correcto y alturado. Hace unos días nos sentamos en una gran mesa tan grande para los cafés que bebimos, pero tan pequeña para las ideas que sometimos. Si como en las grandes empresas fuimos pocos los asistentes pero hoy a unos días somos más. La razón nos asiste como siempre en una lucha desigual, nuestros adversarios cuentan con gran poder mediático, con su solvencia económica que insulta cotidianamente la inteligencia de nuestro pueblo, con sus reuniones en los salones de banquetes, su opulencia su champagne y las sedas de sus mujeres.
Nosotros, los incómodos para muchos, por decir las cosas como la entendemos, por hablar como la Violeta Chílense, la lengua del pueblo, por sentir el abrazo franco de nuestros compañeros, amigos, hermanos y por respetar a los que no piensan igual a nosotros. Pero por sobre todo por defender la justicia, la solidaridad, por dar batallas impensadas. Por no dejar que a todos “nos hagan cholitos”.
Inauguramos un nuevo espacio de luz, de no callarnos cuando otros callan, de levantar banderas con nuestras comunidades, cuando otros arrean y traicionan la causa de la justicia y la democracia, de decirles a nuestros hermanos inmigrantes que no están solos, codo a codo sobre el lodo, ahí estamos con ellos, y este es un espacio de ellos y para ellos, hay muchos vendedores de ilusiones, muchos charlatanes que solo buscan ganancias para ellos.
Por ello nuestra crítica viva y fraterna para aquellos que asumen las direcciones de nuestras organizaciones sociales. No es el afán de oponernos a todas las condiciones que desarrollan, sino más bien aplaudirlos y felicitarlos cuando arriben a progresos sustanciales en su dirección, pero nuestro deber fiscalizador de prensa libre nos obliga a poner los puntos sobre las íes.
Las organizaciones peruanas languidecen por su pobre dirección, sin carácter democrático, a pesar de pregonar de ello. Si hacemos un recuento creo que nos quedaríamos con la tristeza de constatar que son casi inexistente las organizaciones cívicas que cumplen con un rol de participación de sus socios, mucho figuretismo, de invitar a personalidades de aquí y de allá, pero y los socios, están pintados con acuarela. Y mientras la indiferencia gana en todos los terrenos, los pepes vivos hacen de la suyas. Y no es solamente la crítica, sino más bien la participación ciudadana la que debe recobrar las instituciones que nos representan.
Hoy que nuestro país se estremece por la corrupción de sus organismos tutelares, gobierno, congreso, poder judicial se coluden en una corrupción sin precedentes, el pueblo sabio, viene generando respuestas de conciencia con el colectivo CIUDADANOS DE SEGUNDA CATEGORIA, el mismo que sigue echando sus raíces en las latitudes más lejanas donde se desarrollan comunidades peruanas. Y es en New Jersey donde un grupo de peruanos de mirada limpia y gallarda también crea un colectivo abierto a todos los peruanos honestos para declararle la guerra a todos los actos de inmoralidad en nuestras organizaciones.
CIUDADANOS DE SEGUNDA CATEGORIA, también está en New Jersey.

Carlos Felice
Director.

¡HAY HERMANOS, TODAVIA MUCHO QUE HACER!
CESAR VALLEJO