sábado, 28 de agosto de 2010

Nelson Mandela




Símbolo de la libertad y la resistencia

Destacado político sudafricano, reconocido mundialmente y convertido en mito viviente por representar la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país; en definitiva una figura que representaba la falta de libertad de todos los negros sudafricanos y del mundo. Estuvo prisionero en penosas condiciones durante 27 años, pero aún así continuó y continúa con su lucha eterna: igualdad de condiciones entre blancos y negros.

Una lucha que no se detiene

Nació el 18 de julio de 1918 en Umtata, Transkei. Luego de la escuela secundaria comenzó a estudiar en el Colegio Universitario de Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes. Allí fue elegido como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, siendo luego expulsado junto con un compañero, por participar en una huelga estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941 completó sus estudios de bachillerato por correspondencia en la Unisa, y luego estudió derecho en la Universidad de Wiswatersrand, donde se recibió en 1942.
Dos años más tarde ingresó al Congreso Nacional Africano (ANC, en inglés), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Mandela al poco tiempo se convirtió en uno de los líderes de la Liga de la Juventud del Congreso, que llegó a constituir el grupo dominante del ANC. Su ideología se basaba en un socialismo africano, es decir, nacionalista, antirracista y antiimperialista. Aunque en un principio sólo defendían los derechos de su propio grupo, terminaron haciéndolo con la unión de los distintos grupos culturales de raza negra para desarrollar una estrategia común y así proteger sus intereses y luchar en contra de la política del apartheid -régimen creado en 1948, cuando llegó al poder sudafricano el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando esta política-. Vale destacar que, por inspiración de Gandhi, el ANC mantuvo métodos de lucha no violentos.
En 1952 Mandela, luego de una represión que produjo 8.000 detenciones, incluyendo la de él, éste fue recluido en Johannesburgo, donde estableció el primer estudio de abogados negros de Sudáfrica. Al cumplir su condena, reapareció en público tres años después.
El endurecimiento del régimen racista culminó en 1956, con el plan del gobierno de crear siete reservas -o bantustanes-,territorios marginales supuestamente independientes, en los que limitar a la mayoría negra. El ANC respondió con manifestaciones y boicoteos, que condujeron a la detención de la mayor parte de sus dirigentes; Mandela fue acusado de traición, juzgado y liberado por falta de pruebas en 1961.
Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas. De esta manera, en 1962, viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana; por lo que a su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Pero un juicio posterior, contra los dirigentes de la Lanza de la Nación, lo condenó a cadena perpetua en 1964, año en que fue nombrado presidente del ANC.La prisión eterna y el nacimiento de un mito
Estuvo prisionero en penosas condiciones durante 27 años. Durante ese tiempo el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones para que fuera puesto en libertad. Fue así como el mito creció, convirtiéndose Nelson Mandela en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, en definitiva una figura que representaba la falta de libertad de todos los negros sudafricanos y del mundo.
La presión internacional logró que el presidente sudafricano Pieter Botha, en 1986, le ofreciera la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes, pero obviamente Mandela rechazó el ofrecimiento. Durante aquellos años, su esposa Winnie simbolizó la continuidad de la lucha, alcanzando importantes posiciones en el ANC.
Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, liberó a Nelson Mandela en 1990, convirtiéndolo en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993. Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, manteniendo a De Klerk como vicepresidente. Desde ese cargo Nelson Mandela puso en marcha una política de reconciliación nacional.
Al asumir su cargo de presidente renunció a una tercera parte del salario y creó el Fondo Nelson Mandela para la Infancia. “Si yo no hubiese estado en prisión, no sé si hubiera sido tan bueno con los niños. Estar preso durante 27 años sin ver niños es una experiencia terrible”.

La esperada salida

Es famoso aquel dicho que afirma que lo que no te mata te hace más fuerte, y nadie mejor que Mandela para dar cuenta de ello. La cruel situación a la que estuvo sometido durante 27 largos años, le hizo meditar profundamente: “Una cosa es escuchar, hablar y pensar sobre la adversidad -escribió-, y otra totalmente distinta es tenerla que experimentar en tus propias carnes. La cárcel no sólo te priva de tu libertad, te intenta robar tus señas de identidad. Es un sistema totalitario en estado puro, que no tolera ningún vestigio de independencia y de individualidad. La cárcel esta diseñada para destrozar tu espíritu y tu voluntad. Para ello, las autoridades explotaban cualquier debilidad, derruían cualquier iniciativa, negaban cualquier vestigio de lo que nos hacía a cada uno ser lo que éramos”.
“He peleado en contra de la dominación blanca y de la dominación negra. He apreciado el ideal de una sociedad democrática y libre, donde todas las personas conviven con igualdad de oportunidades. Representa un ideal por el cual vivo y espero alcanzar. Pero, de ser necesario, un ideal por el cual estoy dispuesto a morir.”

AUTOR : REDACCION
FUENTE : Edicion Impresa, pag 10; Julio 2010

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