lunes, 21 de marzo de 2011

Catástrofe en el Pacífico


Por Jose Reinoso/tokio




Fukushima aleja el fantasma de una fuga radiactiva peligrosa

Aunque el temor a que se produzca una nube
tóxica similar a la de Chernóbil (1986) no se
ha evaporado, sobre todo por los anuncios
de lluvia para hoy, la situación de la central
nuclear japonesa Fukushima I, que desde hace
10 días tiene en vilo a Japón y la comunidad
internacional, evoluciona favorablemente.
Tras sufrir una serie de explosiones como
consecuencia del terremoto de magnitud 9 y
el posterior tsunami ocurridos el día 11 en el
noreste del país, que desencadenaron la fuga
de material radiactivo y obligaron a evacuar a
la población en 20 kilómetros a la redonda, los
técnicos lograron restablecer ayer el suministro
eléctrico al reactor número 2 -la planta tiene
seis-, lo que supone un paso crucial para enfriar
las barras de combustible usado y limitar la fuga
de radiactividad mortal.
Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía que
opera la nuclear, explicó ayer que espera poner
en marcha la sala de control, la iluminación y
el sistema de refrigeración del reactor 1. Este
recibirá la electricidad del 2, ya que ambos
están conectados y en esta segunda instalación
incluso se plantea que el panel de control llegue
a funcionar hoy. La presión en el reactor 3, el
más preocupante porque contiene plutonio de
gran toxicidad, parece que habría aumentado
esta mañana (madrugada en España), por lo
que los técnicos se plantean dejar escapar algo
de aire para evitar explosiones. Los equipos
de emergencia tienen previsto alcanzar hoy
o mañana el reactor 4. Los reactores 5 y 6
están bajo control: han bajado la temperatura a
niveles aceptables tras varios días de bombear
agua en sus piscinas de almacenamiento de
combustible.
A pesar de que la situación de los reactores
se estabiliza, sigue siendo seria. El Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha
informado hoy desde Viena que se ha producido
una “evolución positiva” en las últimas 24 horas
en la central nuclear averiada tras el devastador
terremoto y tsunami del viernes de la semana
pasada. Pero Graham Andrew, alto funcionario
del OIEA, también reconoce que la situación
sigue siendo “seria”, ya que la planta sigue
liberando radiación y no se descartan aún
riesgos mayores.
Tepco reveló que seis trabajadores de Fukushima
que estuvieron expuestos a altos niveles de
radiación continúan trabajando y no han sufrido
problemas de salud. Si las medidas en marcha
no logran tener éxito, los técnicos deberán tomar
decisiones más drásticas como cubrir la central
con un sarcófago de arena y hormigón, similar
al de Chernóbil.
Alrededor de 300 ingenieros y técnicos trabajan
a marchas forzadas dentro de la zona de peligro
para evitar una catástrofe. “Creo que la situación
está mejorando paso a paso”, aseguró Tetsuro
Fukuyama, portavoz del Gobierno.
Los fallecidos se eleva a 8.649, mientras el
número de desaparecidos sube a 12.877.

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