Comienza la manipulación

  

Por Luis Puiggros

El entrenador de la selección peruana de fútbol, Sergio Markarián, tomó un difícil y dolorosa decisión: No volver a convocar al equipo de todos a los juergueros jugadores implicados en el escándalo de Panamá, donde por enésima vez, estos ídolos de barro cometieron actos de indisciplina.
Esta decisión contó, en su momento, con el apoyo unánime de todos los que conformamos el entorno futbolístico nacional, llámense dirigentes, entrenadores, jugadores, prensa especializada y de las otras, cansados del poco profesionalismo de algunos de los jugadores peruanos.
Además se rayaba la cancha para recuperar la confianza del aficionado y que de una vez por todas profesionalizar a los jugadores de nuestra selección, una de las maneras para que ésta pueda empezar a crecer, recuperar el prestigio y el respeto internacional que alguna vez tuvo.
Pero pasa poco tiempo y aparecen los manipuladores de siempre, a los que sólo les interesa el resultado, que se nublan ante una buena actuación de alguno de ellos, y comienzan, solapadamente, a lanzar mensajes para que vuelvan ha ser convocados, donde es bueno resaltar que nadie los ha castigado, pero Markarián ha manifestado una y otra vez, en una decisión digna de alabar, que no los volverá a nominar a una selección peruana, decisión que ojalá mantenga, por el bien de nuestro fútbol.
Estos manipuladores comienzan a resaltar las buenas actuaciones que Farfán, constante farandulero, tiene en Alemania defendiendo los colores azules del Shalke 04, que curiosamente anda en la Bundesliga en zona de descenso.
Con esto confirman que para ellos no existen los valores y principios, pues con su actitud al promover la vuelta de Farfán, apuran el argumento que se le NECESITA en la SELECCION, demostrando que para ellos EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS, cuando éstos NO TIENEN MONTO, tal como lo escribí el 19 de Octubre del mes pasado en el artículo titulado “A la Indisciplina hay que Erradicarla de Raíz”, no sólo al la de la selección,- como erradamente apuntó un despistado periodista - advirtiendo que perdonarlos sería un pésimo ejemplo para la juventud, pues se les está inculcando “QUE EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS, sin importarles los valores y principios. Se les VOLVERA A PERDONAR Y REPETIRAN LAS INDISCIPLINAS, COMO HA SIDO SIEMPRE”, tal como aseveré en ese artículo.
El concepto que sin los grandes jugadores las selecciones no se clasifica a un mundial de fútbol, como si este fuera el único objetivo del fútbol peruano, o son necesarios en ellas, queda desmitificado con dos ejemplos.
El primero es el de Ronaldinho, reclamado insistentemente por la afición y la prensa deportiva brasileña.
Dunga cansado de sus escapadas nocturnas y su poco compromiso para con su seleccionado, lo excluyó de la nómina que disputó el mundial pasado.
El bueno de Meneses, el actual técnico de los pentacampeones, se apiadó de él, y lo convocó para el duelo contra la Argentina jugado en Doha - Qatar-el míércoles pasado, partido que se saldó con el triunfo albiceleste por 1 a 0, y este EX JUGADOR DE FÚTBOL, pasó nuevamente desapercibido. Pero lo peor sucedió al día siguiente de este encuentro, cuando Ronaldinho apareció fotografiado por un medio de prensa, saliendo a altas horas de la madrugada de un local nocturno.
Estos jugadores no tienen remedio.
Algunos opinan que los suspendan, otros que los castiguen económicamente, pero no tiene caso. Ganan tanta plata que las multas no representan nada para ellos. Paolo Guerrero en menos de un semestre ha sido multado fuertemente tres veces y vuelve a reincidir.
La primera fue cuando le arrojó una botella a un espectador, cuando salía del campo de juego. La segunda cuando estacionó su carro en un lugar establecido para los discapacitados, demostrando su pobre educación. La tercera cuando pateó un tablero publicitario al ser cambiado por su entrenador. Todo esto sin olvidarnos de los insultos propinados al árbitro Pablo Pozo, que le costó su expulsión, justificada por cierta prensa, por la que “consiguió” una sanción de seis partidos, que los purgó durante la eliminatoria por ese lapso, durante el partido de triste recuerdo para nuestra selección, cuando fue goleada por 6 a 0 en Montevideo contra
Uruguay, partido correspondiente a las eliminatorias mundialistas.
Tampoco se salva Luis Suárez, delantero de la selección uruguaya, elevado a los altares por la prensa deportiva, quién demuestra su mala educación mordiendo en el pecho a uno de sus rivales.
Los que más les duele es que le toquen su ego, y que sean despreciados por su afición. Hay que IGNORARLOS, tal como ha hecho Markarián al tomar su decisión.
El segundo caso es el de Marcelo Bielsa en Chile quién recibió en Agosto del 2007 una selección chilenadesprestigiada y ubicada en el fondo de Sudamérica, con seis jugadores castigados por el escándalo de Puerto Ordaz, luego de la penosa participación en la Copa América de ese año, jugada en Venezuela.
Los dirigentes chilenos castigaron a estos jugadores con 20 partidos donde no jugarían por La Roja.
Además cuatro de sus grandes estrellas que brillaban jugando en el extranjero, pero que no mostraron una buena disposición para defender a su selección: Claudio Maldonado, David Pizarro, Mauricio Pinilla y Luis Jiménez, no fueron considerados en este proceso, estos dos últimos envueltos en constantes líos faranduleros.
No llamó a ninguno de ellos, salvo esporádicamente a Claudio Maldonado y a Jorge Valdivia el único sobreviviente de Puerto Ordaz, cuando este cumplió la mitad de su castigo.
Sin ellos, el rosarino desarrolló un gran trabajo con los jugadores jóvenes que venían de hacer un gran papel en el mundial S 20 de Canadá 2007 como Tosselli, Isla, Medel, Martínez, Vidal, Carmona y Sánchez, a los que agregó algunos que jugaron algunos de los tres torneos consecutivos para menores que participaron las jóvenes selecciones chilenas en el Esperanzas de Toulon, donde consiguieron un título y un subcampeonato.
Con este grupo de jugadores, a los que se agregaron algunos con experiencia, logró formar UN GRAN EQUIPO DE FUTBOL, terminando segundo, a un punto de Brasil, en la exigente eliminatoria mundialista sudamericana, y realizando un muy buen mundial Sudáfrica 2010.
Dejémonos de tonteras, sin la búsqueda de la excelencia, virtud que consiste que con la mejor preparación posible, entregar el máximo esfuerzo para lograr el objetivo, empleando siempre armas limpias, pero que si no se logró, se quedará con la satisfacción de haber realizado el mejor de nuestros esfuerzos, no lograremos nada. Vale en la vida, vale en la sociedad, vale en el deporte
“Aquí no valen excusas. Defender la camiseta peruana en cualquier deporte debe de ser motivo de orgullo y compromiso para todo peruano, pues 29 millones de compatriotas quisieran hacerlo, pero esto es privilegio de unos pocos, que muchas veces no están preparados para defenderla, la mayoría porque recibieron una precaria educación.
Algunos tratan vanamente de minimizar las faltas, sin ir al meollo del problema.
Siempre se encontrarán excusas, para librar de sanciones a ídolos falsos, generalmente creados por cierta prensa, cuyo único fin es la de vender más periódicos u obtener una mayor rating televisivo.