domingo, 12 de septiembre de 2010

Empleo y consumo Las claves de la reactivación


Las especulaciones sobre la posibilidad de una nueva recesión económica se han convertido en casi obsesión para los mercados financieros. Al banco central de EEUU, la Reserva Federal, le preocupa que la economía estadounidense vuelva a caer en picada. Sin embargo una nueva caída de la economía será un mal punto de partida. Como el economista keynesiano Robert Reich, que desempeñó el cargo de Secretario de Trabajo durante la presidencia de Bill Clinton, dijo: “Todavía nos encontramos en una inacabable montaña rusa. Hay más gente sin trabajo este año que el año pasado, contando a todo el mundo, a las personas que no tiene esperanza de encontrar trabajo y a las que continúan buscando”.
“Nunca desde que el gobierno mide las subidas y bajadas de los ciclos económicos se había registrado una recesión tan profunda seguida de un crecimiento del empleo tan anémico. El empleo registró un ritmo de crecimiento más rápido incluso en marzo de 1933 después de que la economía empezara a recuperarse de la caída de la Gran Depresión. Por supuesto, que ese crecimiento del empleo no duró mucho. Aquella pequeña mejora no fue realmente una recuperación. La Gran Depresión continuó. Y esta es exactamente mi opinión de lo que sucede. La Gran Recesión continúa”.
Es probable que el crecimiento de la economía norteamericana en la segunda mitad del año sea inferior al 1%. La creación de empleo durante este periodo de recuperación no ha conseguido equilibrar el número de puestos de trabajo que se perdieron durante la recesión: se han creado tan sólo 650.000
trabajos durante los primeros siete meses de 2010, aproximadamente el mismo número de empleos eliminados cada mes durante la primera mitad del 2009.
El contraste entre la escasa creación de empleo en 2010 y los 8,5 millones de puestos de trabajo perdidos durante la recesión explica claramente por qué las encuestas dicen que siete de cada diez personas creen que la economía sigue estancada en la recesión.
Las condiciones del mercado laboral y el crecimiento económico implican que siga aumentando el output gap (la diferencia entre el incremento real del PIB y su crecimiento potencial medido por factores como la cantidad de trabajo y la productividad) y que la ratio empleo/ población continúe cayendo. Esta recuperación anémica junto con una tendencia a la baja de la inflación y las expectativas de inflación crean preocupación sobre si la economía podría sorprender con una significativa tendencia a la baja e incluso llegar a un estancamiento.Hace un año, cuando la economía global se encontraba en caída libre, Estados Unidos podría haber reducido la tasa de interés, manejado déficit presupuestarios del 10%, garantizado la liquidez y ayudado a las instituciones financieras. Sólo Estados Unidos dedicó 10 billones de dólares al sistema financiero. Sin embargo, si se continúa adelante las opciones son limitadas. Estados Unidos no puede manejar un déficit presupuestario de un 15 o 20% y, políticamente, el consenso para cualquier estímulo adicional ha desaparecido.
Dos años después, la economía mundial sigue siendo muy frágil. Los signos de recuperación que los políticos desesperados afirmó haber detectado a finales de 2009 y principios de este año han demostrado ser un espejismo. En Europa, los cuatro millones de personas no tienen trabajo y los programas de austeridad impuestas a los países altamente endeudados como Grecia, España, Italia, Irlanda y agregará otros cientos de miles al desempleo. Alemania es una excepción a la regla deprimente.
Aunque técnicamente los Estados Unidos no están en recesión, la recuperación es una perspectiva lejana en la mayor economía del mundo, que se contrajo un 2,9 por ciento en 2009. Este es el mensaje de la tasa de crecimiento anémico en el segundo trimestre del PIB del 1,6 por ciento y un desempleo real por encima de la tasa de 9,6 por ciento oficiales, si uno los factores en los que han dejado de buscar trabajo. Las empresas que sigan absteniéndose de invertir, los bancos siguen sin prestar, y los consumidores continúan negándose a pasar. Y la ausencia de un programa de estímulo nuevo, como el impacto de la Washington 787 mil millones dólares inyectados en la economía en 2009 desaparece, prácticamente garantiza que la temida recesión de doble inmersión será una realidad.
En el tablero estratégico: Es como jugar a la ruleta rusa con tres balas en el tambor. La combinación del cóctel guerra (intercapitalista) energético -crisis económica-crisis social va hacia un desenlace inevitable que el sistema -sin enemigo estratégico- pudo hasta ahora retrasar y patear para adelante.
¿Se suicida esta vez el capitalismo? …Apueste y pierda.

AUTOR : Lucio Agustin Torres
FUENTE : PAGINA 13 EDICION IMPRESA, SETIEMBRE 2010

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